En una clasificación hipotética de mieles monoflorales italianas, la miel de cítricos ocupa el segundo lugar, superada solo por la miel de acacia, en términos de popularidad y distribución. La miel de cítricos siempre presenta un color muy claro, a veces amarillo pajizo en estado líquido, pero tiende al blanco en estado sólido. Generalmente, está finamente cristalizada con cristales blandos que proporcionan una agradable sensación de fusión en boca. Su delicado sabor y aroma recuerdan inequívocamente a las flores de azahar que recogen las abejas. Debido a su inconfundible aroma y fragancia, es una de las mieles más utilizadas en repostería, especialmente para la elaboración de turrón.
Sabor: Floral, a flores de azahar. Sabor: Dulce, con notas florales y notas ligeramente afrutadas.
Maridajes: Combina bien con quesos de la zona de origen como el ragusano y el caciocavallo. Excelente en repostería, para el desayuno y como edulcorante en bebidas frías.